Para mi cumpleaños, que fue esta semana, me hice esta tarta que hacía años que no comía. Me la enseñó mi madre y, como es tan sencilla, hubo una época que la hacíamos bastante en casa.
Necesitaba volver a sabores de mi pasado y quería cumplir con mi antojo.
Además, lo bueno que tiene esta tarta es que no necesita horno, es muy sencilla y menos calórica. Depende de la cantidad que te comas y el azúcar que añadas.
Ingredientes:
300 gr bizcochos de soletilla
1/2 kg de zanahorias
300 gr de coco rallado
1 vaso azúcar (se puede echar más o menos, dependiendo del gusto)
1 chorro de PX (Pedro Ximenez), o vino moscatel, o brandi... o, si no quieres alcohol, nada
ralladura de naranja
zumo de media naranja
Preparación:
Se cuecen las zanahorias peladas. Cuando estén blandas se pasan por el pasapuré o se machacan con un tenedor. No escurrir mucho, porque ese agua lo absorberán los bizcochos.
Se mezcla la masa de zanahoria con el coco, el azúcar y el vino dulce.
En un molde (puede ser redondo o rectangular) se pone una capa de bizcochos (no hace falta humedecerlos porque absorberán el agua de la zanahoria y del licor) y se cubre con la mezcla de la zanahoria. Se pone otra capa de bizcochos y se vuelve a cubrir por otra de la mezcla de la zanahoria y así sucesivamente hasta terminar con la mezcla. Se termina con la capa de bizcochos.
Se aplasta bien. Se cubre con film tramsparente y se mete en la nevera durante toda la noche (por lo menos). Al día siguiente nos encontraremos con una tarta deliciosamente sencilla.
Riiiiiiiiiiiiica!!!!!!!!!! Me haré una para mi cumpleaños yo también!!!!!!
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