La cena del día a día es la comida que más se me resiste. Cenar tarde o mucho me sienta un poco mal. Poco a poco me he visto reduciendo la comida del final del día, pero me niego a que sea aburrida o sosa.
Esta de pintxos es una buena solución porque es rápida, sabrosa, ligera y original. Aunque depende de cuantos te comas y de lo que le pongas encima.
Ingredientes:
tortilla de maíz
huevo
queso rallado o en taquitos
rúcula
tomate cherry
Preparación:
Calientas la tortilla de maíz en una sartén por ambos lados (los fabricantes suelen poner la opción del microondas. Yo no, porque la dejan chiclosa y, cuando se enfría, queda dura).
Por otro lado, haces en una sartén con unas gotas de aceite echas un huevo, el queso rallado o en cubitos y lo revuelves. Si quieres, puedes añadir un poco de leche para que el revuelvto quede más jugoso.
Montaje:
Cortas la tortilla en ocho porciones. Le añades una cucharadita de revuelto a cada una. Lo cubres de rúcula y medio tomate cherry y le pones unas gotitas de aceite por encima
¡Y así de rápido y fácil es hacer estos pintxos!
Puedes sustituir el revuelto por jamón de pavo, por salmón, por lo que se te ocurra o tengas a mano. Ya iré subiendo más variaciones.
También lo puedes servir como entrante para una cena de amigos.
Vamos, que no hay excusa para comer bien, sin que te ocupe mucho tiempo.
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