Aparecer en casa de unos amigos con unas cervecitas de las buenas y unas patatas fritas... no tiene precio. ¿Qué hay mejor que esa combinación para una tarde de domingo, un partido de fútbol o porque sí?
Las cervecitas bien frías y las patatas bien crujientes... es una de esas cosas que dan felicidad en estado absoluto ¿para qué más?
¡Salud!
totalmente de acuerdo
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