Añales que llevo queriendo hacerlas y la inseguridad no me dejaba. Cuando probaba trufas caseras preguntaba la receta y la primera palabra del cocinero/a era. "Es sencillísimo (...)"
Y es que a mí me encantan. De hecho el mejor regalo que podía tener era una docenita de trufas de Peñalba (Una bombonería que parece una joyería en Oviedo). Y las que me gustan son las cubiertas de cacao amargo...
Y por fin llegó el día!!! Me propuse hacérmelas para mi cumpleaños. Llega una edad que hay que ir endulzando, aún más, ese día. Y el chocolate, con sus propiedades eufóricas podrá ayudar. Las hice ayer, domingo, para que no me pille el toro.
Y lo digo yo también: sencillísimo
Ingredientes:
200 gr de chocolate fondant
100 gr de chocolate a la naranja (usé el de Lindt, que está para morirse)
1 y 1/2 vasito de nata líquida
un chorrito de ron (yo le puse un super-ron: Barceló Añejo)
cacao en polvo puro sin azúcar
Preparación:
1. Al baño maría se pone el chocolate fondant, 1 vasito de nata y un chorrito de ron. Se revuelve hasta que funda completamente y se echa en un molde. Yo usé un táper, para que no absorba olores de la nevera.
2. Volvemos a llevar a baño maría el otro chocolate (de naranja) con 1/2 vasito de nata. Ya tiene sus aromas, por lo que no es necesario el licor.
Una vez deshecho se echa con cuidado (con una cuchara que rompa el chorro) sobre la otra mezcla de chocolate que ya habrá enfriado un poco. (Este segundo paso es opcional)
3. Se mete en la nevera durante 4 horas (o si prefieres, puedes dejarlo toda la noche y continuar al día siguiente)
4. Sacar la mezcla ya fría y con una cuchara normal o de helado, o de vaciar patatas vas haciendo bolitas. No moldear demasiado porque se calientan y se deforman. Se echan sobre el cacao y se rebozan en él.
5. Morir de gula solo o en compañía
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