miércoles, 25 de febrero de 2015

Flat Bread con Mango y Rúcula



Cuando no tengo mucho tiempo me hago una ensalada y ya, la verdad. Pero siempre que estoy en casa me preparo algo de comer. Pasé muchos años cocinando para otros pero cuando me quedaba sola comía pan y queso o cualquier cosa que encontraba por la nevera. Pero descubrí que a través de la comida nos damos amor, podemos dar amor a otros pero si no nos amamos a nosotros mismos… qué puedes dar a los demás ¿es realmente amor? ¿o son apegos? ¿dependencias?... cada uno tenemos que buscar en nuestras profundidades… solo en nosotros está la respuesta.

Por eso, cocinarnos algo es un acto de amor. Incluso sin tiempo podemos prepararnos algo bonito, delicioso y sano. A través de los ojos también comemos. Pongamos un plato bonito, una flor, un jugo natural… y una musiquita tranquila, quítate los zapatos… y eso es otra cosa ¿verdad? Tardé mucho en aprender eso.  Y, sí, a veces no lo hago… pero no hay que sentirse culpable, al siguiente día puedes volver a tu ritual de amor y alimento.

Lo delicioso de esta receta es la combinación de sabores: la mozarella, el mango y la rúcula maridan increíblemente.  Yo lo acompañé con un batido de fresa y banana… para salivar sólo de leer!


Ingredientes:

flat bread de origen ecológico
mozzarella
mango maduro
rúcula
aceite de oliva virgen


Preparación:

En una plancha al fuego, o en el horno, pones el flat bread con mozzarella encima. Y lo dejas hasta que esté bien fundida.

Lo retiras del fuego o del horno y pones el mango por encima cortado en rodajas.

Después pones la rúcula bien limpia y seca.

Y un chorrito de aceite de oliva virgen.

¿A que es rápido?

Truki: Le queda divino el queso manchego, pruébalo!

viernes, 20 de febrero de 2015

Helados de Cacao y... ¡Aguacate! - Reto Recetas Sanas

 


Muchas veces creemos que el postre es pecado, que no debemos comer dulce, que nos hace daño… lo que nos hace daño es la restricción y, en la mayoría de las ocasiones, eso desemboca inevitablemente en lo opuesto: atiborrarse de dulces hasta reventar… y luego sentirnos culpables. Se puede comer de todo… en su justa medida, siempre escuchando al cuerpo, él te dirá cuál es la justa medida. Ver cómo nos sienta un alimento, si nos produce cansancio, pesadez, irritación… dolor de cabeza! Sí, también puede ocurrir.

De postre o de merienda, puedes comerte un heladito de estos… y aunque creas que es una combinación imposible… ¡pruébalo! De verdad que queda delicioso. El aguacate le brinda una textura muy agradable y, el sabor, se lo da el cacao. Así que si eres amante del chocolate y quieres experimentar un poco, te animo a que hagas este dulce. Además es facilísimo de hacer, así que no hay excusas. Lo único es encontrar aguacates de buena calidad, ahí está la clave ;)


Ingredientes:
2 tazas de aguacate maduro cortado en cubitos
4 cucharadas colmadas de cacao puro en polvo sin azúcar
3 cucharadas de miel (a tu gusto gusto)
Preparación:
En el vaso de una batidora pones los ingredientes: aguacate, miel y cacao. Bates bien hasta que quede fino. Si utilizas batidora de vaso ponlo en la máxima potencia.

Viertes el contenido en unos moldecitos para polos/paletas e introduces en el congelador/freezer.

Esperas a que se congele y ¡listo! ¡¡¡Ahí tienes un postre rápido, sano y original!!!


Truki: Le puedes poner canela, cardamomo o la especia que más te guste




sábado, 14 de febrero de 2015

Amor ...hasta Morir de Gula


Con este dibujín quería agradecer a todos los seguidores del blog. Gracias por estar ahí y por seguir el blog. Os regalo mi corazón y todo mi amor, en forma de recetas!

Ha sido un tiempo muy difícil donde no he podido actualizar nada. Las útimas recetas y fotos las había hecho hacía mucho tiempo. Han sido meses de nomadismo, sin cocina, sin utensilios... y sin ánimo para hacer nada. Pero aquí estoy de vuelta, con ganas de comerme todo, hasta el mundo!!!! Qué hambreeee!!! :)

Esperemos que esta nueva época traiga lo mejor para todos. Un abrazo. Os quiero. Feliz día de San Valentín y Felices Siguientes Díasssss!!!

viernes, 13 de febrero de 2015

Rollitos de Pollo al Mango con Champiñones




San Valentín, San Valentín… ¿qué celebramos realmente? ¿Qué nos mueve dentro para la celebración? ¿Los anuncios de la televisión?, ¿las tiendas llenas de corazones?, ¿qué sale de nosotros realmente? Todos los días debieran ser San Valentín, disfrutar del amor que tenemos dentro tengamos o no pareja. Un día al año se celebra el día de la madre… hum… uno el del padre, en Navidad nos volvemos locos con los regalos… ¿y el resto de días? ¿Seres grises que trabajan de lunes a viernes esperando a que llegue el fin de semana para desbocar nuestras ansias de tomar el control de nuestra propia vida? ufff tomo aire... y sigo ¿Y si todos los días fueran viernes? No lo son, pero podemos vivirlos como tal.

Si nuestro trabajo nos drena la energía y vitalidad… ¿habrá que cambiar de trabajo? Sólo es una suposición. Es más, ni hace falta cambiar de trabajo, sólo es hacer un click en un interruptor de nuestro cerebro y lo mismo que estuvimos haciendo hasta hoy… ahora la perspectiva es diferente. Lo mismo pero con otros ojos. Y sí, es posible. Y si sigue sin gustarte tu trabajo… seguro que en tu interior late algo por salir al exterior. Quizá no es algo para vivir de ello, pero ¿por qué no hacerlo cada cierto tiempo? Cada vez te plazca. Pues no sé, quizá quieres hacer un blog de bricolaje desde hace lustros… ¡pues hazlo! … o a lo mejor quieres estudiar patronaje desde que eras adolescente ¡hazlo!. Yo realicé un cortometraje cuando me di cuenta de que llevaba 13 años queriendo hacer uno… y sí, lo hice. [Aquí dejo el link, por si alguien tiene la valentía o curiosidad de verlo: https://vimeo.com/81146370] Nadie dice que sea fácil. De hecho ese cortometraje me costó terminarlo y así lo hice… 4 años después. Ahora lo veo y no lo haría igual… pero eso lo puedo decir ahora que lo hice. Al final me quedo con todo lo que aportó a mi vida, todo el aprendizaje y una nueva visión sobre el cine… todo lo que hacemos nos construye. Y como dicen, mejor arrepentirse de haberlo hecho.

…y todo empezó con San Valentín y terminó en que nos dejemos sentir y hagamos lo que en profundidad late en nosotros.

En realidad vamos a terminar con la receta de hoy que es como muy aparente y terriblemente sencilla. Y si no tienes estos ingredientes, puedes cambiarlos por los que tengas en casa… no nos limitemos <3


Ingredientes:

2 filetes de pechuga de pollo finos
1 mango
1 cebolla
150 gr de champiñones
1 manojo de espárragos trigueros
25 gr de queso crema tipo Philadelphia (opcional)
anacardos (un puñadito)
aceite de oliva
pimienta negra
sal
sal en escamas
palillos (para sujetar los rollitos)


Preparación:
 
Se colocan ambos filetes en una superficie lisa y se salpimientan y aplanan ligeramente.

Untamos la mitad central, en sentido longitudinal, con el queso crema.

Cortamos el mango en tiras y ponemos dos tiras, a lo largo, en el centro de cada filete encima del queso crema.

Cortamos en láminas los champiñones bien limpios y, en una sartén con un chorrito de aceite, los rehogamos hasta que estén dorados. Echamos un pellizquito de sal.

Disponemos las láminas de champiñones sobre el mango.

Ahora comenzamos  a enrollar desde uno de los lados, apretando bien, pero sin pasarse mucho ;). Para sujetar el rollo nos ayudamos de unos palillos atravesando oblicuamente la carne.

En una sartén limpia con un chorrito de aceite, yo uso aceite de oliva, cuando esté bien caliente ponemos los rollitos y dejamos que se hagan lentamente hasta que doren por todos los lados. Puedes tapar un poco la sartén, para que se cocinen bien en el centro.

Mientras tanto, con el mango que nos sobró vamos a aprovecharlo con una salsita: Cortamos la cebolla en cuadraditos o brunoise y la pochamos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva (… ya van tres veces en la receta!). Cuando esté transparente añadimos el mango cortado también en cubitos. Y dejamos que se haga a fuego lento durante 5 minutos.

Y otra vez preparamos una sartén limpia y la ponemos a fuego fuerte… ¡con un chorrito de aceite! Cuando esté caliente echamos los espárragos. Dejamos que se cocinen, el tiempo depende del grosor. Echamos sal en escamas, si tienes, que le da un toque muy rico.

Ahora tostamos los anacardos en una plancha, esta vez sin aceite, hasta que estén dorados. Esto hace que su sabor se intensifique. ¡Quedan deliciosos!

¡Y llegó el momento de emplatar!

Ponemos dos cucharadas de la salsa de mango en el centro del plato. Encima ponemos los rollitos que cortamos, con mucho cuidado, hasta la mitad en ruedas de 2 cm aproximadamente.

Apoyamos sobre el rollo 3 espárragos. Y, a un lado, ponemos los champiñones salteados. Esparcemos los anacardos por el plato y echamos pimienta negra molida (si te gusta) encima de todo.

Y… yo lo acompañaría con un cava bien frío… pero esto es cuestión de gustos :)

Espero que disfrutéis de cocinar el plato… y de degustarlo más todavía!!!!

martes, 3 de febrero de 2015

Upside-Down Banana Cake




Once upon a time...  ejem. Empiezo: hace mucho, pero que mucho tiempo una muchacha tenía una cocina llena de enseres y disfrutaba cocinando... pero eso fue hace mucho tiempo. Ahora estoy de nómada y no acabo de tener mi cocina y mi cabeza con ideas gulosas... pero en esos tiempos lejanos cociné mucho y tengo bastantes recetas que, por falta de tiempo, no pude subir en su momento... así que ahora cosecho (hum... esto se parece a alguna fábula de Esopo, jiji).

Ahora, respecto a lo que es el bizcocho en sí... sin palabras. Bueno, sí, una: delicioso. O dos: delicioso delicioso y, sí, fácil fácil. Dos palabras también. Es un bizcocho muy resultón, que se hace rápido, la masa. Porque, eso sí, en el horno está una horita... y depende de qué horno. Lo primero de todo en este mundo es conocer a tu horno y hacerse amigx de él. Y, luego, ya ¡todo rodado!

Vamos a ponernos con las manos a la masa!!! 

Ingredientes:

100 g de mantequilla
220 g de azúcar glas
155 g de harina
4 huevos
1 cucharadita de polvo de hornear (levadura en polvo)

Para la cubierta de caramelo:
50 g de mantequilla
100 g de azúcar moreno
3 bananas cortadas longitudinalmente

Preparación:

Precalentamos el horno a 160ºC


Empezamos con la cubierta de caramelo: 

En un cazo, a fuego lento, combinamos el azúcar con la mantequilla y lo disolvemos. Esperamos a que la mezcla haga burbujas. 

Entonces echamos la mezcla en un molde redondo engrasado. Distribuimos por encima los plátanos cortados a lo largo.


Batimos con varilla la mantequilla con el azúcar hasta que quede cremoso. Añadimos los huevos de uno en uno, batiendo entre casa uno.


Tamizamos la harina, la levadura en polvo y la sal, añadimos lentamente sobre la mezcla anterior.

Ponemos la mezcla, en el molde, sobre el caramelo y los plátanos. Metemos al horno a 180ºC hasta que insertemos un palillo en el centro y salga limpio, sobre 1 hora. 

Dejamos reposar durante 10 minutos y damos la vuelta sobre un plato.

... y si servimos templado con una bola de helado de vainilla... está para chuparse los dedos!!!! hummmm